El espacio es un factor determinante a la hora de abordar cualquier proyecto de decoración. Sin embargo, contar con pocos metros cuadrados no significa, necesariamente, tener que renunciar a espacios que destilen encanto y funcionalidad. El tándem cobra mayor importancia cuando de lo que se trata es de decorar un baño pequeño.
La naturaleza práctica de estos espacios también debe incluir buenas dosis de inspiración una combinación que, dada la superficie, supone todo un reto. El objetivo no es otro que generar una atmósfera de bienestar que de respuesta a las necesidades propias del cuarto de baño.
Cómo decorar un baño pequeño o un aseo
El punto de partida para decorar un cuarto de baño pequeño no es otro que pensar en tus necesidades. Está claro que esta habitación de la casa tiene un marcado carácter funcional, pero más allá de esa dimensión práctica ¿qué necesitas? La respuesta a esa pregunta te dará buena parte de las claves de tu decoración ideal.
Hay muchos recursos a tu disposición, no solo para conseguir una estética atractiva, sino para hacer que tu baño pequeño parezca más grande. Con independencia del estilo que elijas, aquí tienes cinco ideas para decorar un baño pequeño e inundarlo de inspiración:
El color, tu mejor aliado
No es ningún secreto que los colores claros son ideales para trasladar al ojo humano cierta sensación de serenidad. Esa calma resulta especialmente interesante a la hora de decorar un baño pequeño. Además de comprobar los mantras de la psicología del color, apostar por paredes blancas, por ejemplo, potenciará la luminosidad y, en consecuencia, también hará que tu baño parezca más grande.
Pero no hay por qué limitar la paleta cromática al blanco. Una pared de contraste en la zona de la ducha añadirá profundidad mientras que utilizar el pavimento del suelo para crear juegos visuales tampoco está nada mal. Si prefieres apostar por una atmósfera más neutra, siempre puedes aprovechar los textiles para añadir un toque de color a la decoración.
Aligera el peso visual
Aunque tu estilo sea otro, a la hora de decorar un cuarto de baño pequeño es más que recomendable aplicar el mantra minimalista del “menos es más”. La proporcionalidad es un buen punto de partida y, junto a ella, un número limitado pero suficiente de muebles que ayude a aliviar las estrecheces de la superficie.
Los muebles y sanitarios suspendidos son una buena alternativa a la hora de decorar baños pequeños. Y lo mismo ocurre con baldas y estanterías o piezas multifuncionales que, ocupando el mínimo espacio, harán una gran contribución a la decoración y funcionalidad de tu baño.
Cuida la iluminación
La luz es una herramienta de extraordinario potencial para el diseño y la decoración de interiores y el baño no es una excepción. Siempre que sea posible recurre a la luz natural ya que aportará frescura y mejorará la percepción visual de la estancia. Eso sí, no olvides que los sistemas de iluminación artificial también pueden convertirse en grandes aliados.
Los apliques de pared o empotrados en el techo son todo un clásico, pero las opciones van mucho más allá. Las lámparas colgantes colocadas, por ejemplo, en un rincón de la estancia, te ayudarán a crear una atmósfera que invite al bienestar. La clave está en alcanzar el ansiado equilibrio entre funcionalidad y estética.
El espejo del baño, un must de la decoración
Otra de las ideas básicas para decorar un baño pequeño es incorporar un espejo. Este accesorio tiene un extraordinario potencial decorativo que va más allá de imprimir personalidad a tus paredes. Su presencia puede multiplicar exponencialmente las dimensiones de la estancia, por no hablar de su aportación práctica al capítulo de higiene diaria.
Los hay para todos los gustos. De líneas rectas para baños pequeños modernos, redondeados para diseños de inspiración nórdica, enmarcados, con o sin luz integrada… Hay mucho donde elegir.
Personaliza el espacio
Si hay una cuestión que puede marcar la diferencia en la decoración de tu baño o aseo esa es la personalización. Como decíamos, no hay por qué renunciar a incorporar todo tipo de detalles sino, más bien, acertar con la elección para que su presencia no suponga merma alguna del espacio.
Las láminas para las paredes, por ejemplo, son una tendencia al alza. Y entre los clásicos que nunca fallan, cestos de mimbre para resolver las necesidades de organización propias del baño o plantas para aportar frescura no pueden faltar. Recuerda, eso sí, que no hay que volverse loco y, en todo caso, procurar poner en práctica la máxima minimalista del “menos es más”.