Luz indirecta en el salón: ¿Cuál elegir?
La luz indirecta es aquella que se proyecta sobre una superficie, como por ejemplo la pared o el techo de una habitación, de forma que al rebotar sobre ellos se refleja proporcionando una luz suave y matizada que no produce fatiga visual.
Decorar una casa no es sencillo. Es preciso tener en cuenta muchísimos factores, por lo que requiere de una cuidadosa planificación. Hay que pensar en presupuesto, estilo, funcionalidad, mobiliario, colores, complementos y por supuesto, iluminación, valorando factores como la incorporación de una fuente de luz indirecta en el salón.
La decoración del salón y otros aspectos fundamentales como su iluminación revisten especial importancia. Habitualmente es la estancia de mayor tamaño de la vivienda y en la que se pasa más tiempo. Es lugar de reunión de la familia, de reuniones con amigos y celebración de fiestas.
También es donde pasamos nuestro tiempo libre, ya sea leyendo un libro o viendo una película en el sofá. Es preciso que la iluminación de nuestro salón sea adecuada para realizar las distintas actividades cotidianas con la luz necesaria en cada caso.
¿Qué es la luz indirecta?
La luz indirecta es aquella que se proyecta sobre una superficie, como por ejemplo la pared o el techo de una habitación, de forma que al rebotar sobre ellos se refleja proporcionando una luz suave y matizada que no produce fatiga visual.
La iluminación indirecta evita los brillos y las sombras excesivas, creando así una atmósfera muy agradable. Este tipo de luz tiene diversas funciones, entre las que destacan:
- Genera una sensación de mayor amplitud: Al reflejarse en suelo, paredes y techo, la luz se distribuye de forma homogénea por toda la habitación, de forma que su extensión parece mayor.
- Estética: La acción de la luz indirecta va más allá de la mera iluminación. Este tipo de luz puede actuar también como un elemento estético. Su luz matizada modula los colores y puede suavizar texturas en un momento dado.
- Proporciona un mayor confort visual: Su carácter tranquilo es óptimo para equilibrar una estancia mediante una luz tenue que se refleja en paredes y techo. Y su distribución uniforme rebaja el estrés generando una sensación de bienestar.
- Adaptación de espacios: La luz indirecta puede adecuarse a las circunstancias y necesidades específicas de cada momento. La cantidad de luz natural que ilumina una habitación varía en función de la hora del día y de la época del año. De la misma forma, las actividades que se realizan en una estancia de la casa en un momento dado, requieren diferentes tipos de iluminación.
- Ahorro de energía: En los casos en los que la luz directa no es necesaria, el empleo de luces indirectas facilita el ahorro energético. La menor potencia de este tipo de iluminación conlleva un menor consumo.
Tipos de luz indirecta
La forma de aplicar luces indirectas en un salón es variada.
Se puede iluminar todo el salón de forma uniforme dirigiendo entre el 90-100% de la luz hacia el techo. La luz se distribuye por toda la superficie del techo, las paredes, etcétera.
La luz de acento ilumina un objeto de forma especial. Una escultura, un cuadro o cualquier otro objeto que queramos destacar. La luz que incide sobre el objeto en particular es luz directa, pero producirá una iluminación indirecta en las áreas cercanas a la fuente de luz.
La luz de ambiente solo busca crear una atmósfera determinada y no es suficiente para desarrollar una actividad en el área iluminada. Su función es exclusivamente decorativa.
Luz indirecta en el techo
Para iluminar con luz indirecta un salón, de modo que la estancia quede iluminada de forma general, es preciso que todas las fuentes de luz se dirijan hacia el techo. Esto puede lograrse con lámparas de pie o apliques de pared que enfoquen la luz hacia el techo, luminarias suspendidas con luz dirigida hacia arriba o a través de sistemas lineales que oculten la fuente de luz.
Un recurso muy utilizado para crear luz indirecta en el salón es el pladur. Un falso techo de pladur, con dos niveles en los que los puntos de luz quedan ocultos, brinda una iluminación agradable y atractiva, confiriendo, además, un aire moderno al salón. La luz indirecta en pladur es un gran recurso para el hogar.
Por otra parte, el sistema de luz indirecta led tiene un bajo consumo y es de larga duración, por lo que la sostenibilidad y el ahorro están garantizados.
Luz indirecta en la pared
La iluminación de las paredes es una forma excelente de proporcionar iluminación indirecta al salón. Para ello las paredes deben de ser preferiblemente de color blanco.
Colocar ojos de buey empotrados en un falso techo y dirigidos a la pared es una excelente forma de crear luz indirecta con un simple pladur.
¿Qué luz indirecta elegir para tu salón en función de su distribución?
La distribución del salón y la disposición de la iluminación están íntimamente relacionadas. En la zona del salón dedicada al comedor, una lámpara de luz indirecta hacia el techo puede dar lugar a un ambiente más íntimo; la posibilidad de regular la potencia de esta luz es una buena opción para esta zona.
En el área de lectura es imprescindible una lámpara de pie. Se puede optar por una lámpara con foco orientable, que incide directamente en el libro, generando luz indirecta en su entorno, o una lámpara de pie con foco al techo que evitará el exceso de iluminación en la zona del sillón.
Los apliques de luz en la pared, los focos de luz para iluminar cuadros o las luces en el interior de vitrinas, entre otros, son recursos que permiten destacar un área u otra de nuestro salón generando, de esta forma, distintos espacios y ambientes.
En definitiva, las opciones para iluminar un hogar son múltiples y variadas. Los tipos de luminarias, su distribución, la iluminación directa o indirecta ofrecen un abanico casi ilimitado de posibilidades que bastan por sí solas, para otorgar personalidad a una vivienda al margen de la decoración.