La experiencia y el saber hacer de un profesional de la decoración de interiores nos ayudará a conseguir que el resultado final del proyecto sea como los que solemos admirar en las revistas.
El sueño de una casa nueva puede resultar mucho más placentero si contamos para decorarla con la ayuda de un diseñador de interiores. Pero existe la falsa creencia de que contratar a este tipo de profesionales es algo que solo se pueden permitir quienes no tienen problemas ni límites de presupuesto.
En la mayoría de los casos no es así, ya que, si bien debemos destinar una partida para los servicios del interiorista, en la práctica se consigue ahorrar bastante en otros gastos, como veremos más adelante. Pero ¿cuál es el trabajo de estos expertos en diseño y decoración de hogares? Aquí van algunas claves.
Cuál es el trabajo de un diseñador de interiores
Interiorista, diseñador, arquitecto o decorador de interiores son algunos de los nombres que reciben los encargados de planificar el diseño de lugares para vivir, trabajar, estudiar, comprar, comer, etc. Por regla general, para convertirse en decorador o diseñador de interiores hace falta una formación de grado en las universidades tradicionales o en escuelas especializadas, como las de Bellas Artes.
Con su título de licenciado, un interiorista está formado y capacitado para hacerse cargo de todo el proceso de decoración de una vivienda, desde el dibujo del proyecto con programas de software específico, la búsqueda, elección y compra de los materiales, muebles y objetos necesarios hasta la supervisión de la creación de los espacios previstos.
La tarea de un interiorista es primero escuchar y conocer a fondo las necesidades y gustos del cliente, asesorarlo y guiarlo para, en base a sus expectativas, conseguir los mejores resultados, analizar y estudiar las estancias a decorar, buscar y comprar los materiales necesarios y controlar que el proyecto se cumpla en tiempo y forma. Dirigen, gestionan y ejecutan.
Ventajas de que un interiorista decore tu nueva casa
Los puntos a favor de contratar un decorador de interiores para vestir una casa nueva son varios. Para empezar, es una figura clave para ahorrar un montón de tiempo, estrés, sustos y dolores de cabeza inevitables en cualquier obra. Gracias a su experiencia y saber hacer previenen y reducen posibles imprevistos técnicos y extensiones o aplazamientos eternos de la finalización de los trabajos.
Esta primera ventaja compensa, en buena medida, la inversión que pueda suponer su contratación, porque además de conseguir materiales a precios más económicos por comprar en grandes volúmenes y conocer a los mejores proveedores, evitan también sorpresas que puedan aumentar los presupuestos iniciales.
Los diseñadores de interiores piensan el proyecto de decoración del hogar desde cero y como un todo, con lo que esto implica para su éxito. Hacen que cada detalle encaje con el resto de la decoración. Por su puesto, su conocimiento y especialización es un plus para imaginar alternativas, optimizar espacios, sacar el máximo provecho a cada rincón, combinar estilos o plasmar uno determinado a gusto del cliente y también para guiarlo cuando no tiene muy claro qué es lo que quiere.
Además, como es lógico, para desarrollar su profesión, siempre están al día de las últimas tendencias y novedades en decoración. El resultado final, claro, marcará la diferencia. En tus ambientes se notará sí o sí la mano y la mirada experta de un profesional y no solo te encantará a ti. No pasará desapercibido para nadie.
Cuánto cuesta contratar un diseñador de interiores
No se puede establecer con exactitud cuántos son los honorarios de un diseñador de interiores, porque siempre dependerá de la magnitud de la obra y del experto en interiorismo en cuestión (los hay de mucho renombre). Por eso no se puede hablar de una tarifa fija.
Pero para tener una idea orientativa, cabe destacar que una forma muy habitual de trabajar de los interioristas es cobrar un porcentaje del presupuesto total de decoración. Este porcentaje suele oscilar entre el 10 y el 20%. Lo más aconsejable es dejar bien en claro de entrada cuál es el límite de tu presupuesto para que, en base a ello, el profesional pueda adaptar el proyecto de decoración a la inversión disponible.
En resumen, contratar los servicios de un interiorista para tu nueva casa tendrá un coste que con seguridad se verá compensado con el ahorro de tiempo, trabajo, disgustos y, sobre todo, con cómo lucirá cada una de las estancias diseñadas por las pinceladas de los que más saben de interiorismo.