De entre las muchas corrientes que han sabido hacerse un hueco en multitud de hogares, el estilo étnico es uno de los más singulares del interiorismo contemporáneo. Famoso por incluir objetos de diferentes culturas, creando ambientes exóticos, es una tendencia perfecta para todo tipo de espacios. No obstante, los salones y dormitorios suelen ser los más populares para decantarse por este tipo de decoración. En todo caso, hablamos de una tendencia versátil que puede convivir con recursos y atmósferas de otros estilos.
Decoración estilo étnico: características
Aunque su máximo apogeo se vivió en la década de los 60 y los 70, coincidiendo con el movimiento hippie, lo cierto es que la decoración de estilo étnico vuelve con fuerza para dar a los espacios más sofisticados un toque de carácter. Hablamos de una corriente centrada, básicamente, en trasladar a los espacios aspectos y tradiciones de culturas como la africana, árabe, balinesa, azteca…
Para conseguirlo, el estilo étnico se sirve de la calidez y la conexión con la naturaleza para crear ambientes acogedores en los que cada detalle cuenta. De hecho, en la actualidad, no solo es capaz de impregnar de alegría los espacios mediante estampados, flecos o elementos folclóricos. Además, las nuevas propuestas reinventan las posibilidades de este estilo para imprimirle a los espacios un toque de elegancia y distinción.
En cualquier caso, hay tres aspectos básicos de la decoración de estilo étnico que no puedes dejar pasar si estás pensando en vestir tus interiores con esta tendencia:
Colores de la tierra
Imaginar un ambiente étnico es sumergirse en una paleta cromática salpicada de tonos terrosos. La combinación de colores cálidos (marrones, beige, ocres, rojizos…) con otros neutros es una apuesta segura, aunque por lo general, lo que define estos ambientes es que se trata de escenarios muy coloridos y llenos de contrastes.
Estampados
Otra de las señas de identidad de este estilo son sus estampados. Formas geométricas que recuerdan la decoración azteca, zigzag para evocar algunas culturas africanas, los inconfundibles estampados geométricos del kilim turco… Hay mucho donde elegir para acertar con la elección de los textiles.
Materiales
No es ningún secreto que uno de los principales valores del estilo étnico es su carácter artesanal y, en este sentido, los materiales juegan un papel clave. Pieles y cuero son parte habitual de la decoración, ya sea en forma de mantas, alfombras, sillones… Y lo mismo con la lana, el lino o la seda.
Pero más allá de los materiales de origen animal y vegetal es importante incorporar detalles en madera trabajada de manera artesanal e, incluso, metales puros y preciosos como el cobre, el estaño, el oro o la plata para dar a los ambientes un toque más étnico.
Elementos típicos de la decoración étnica
Con las características del estilo étnico claras es momento de elegir aquellos elementos más frecuentes en esta decoración y aquí la oferta es amplia. Desde textiles hasta objetos artesanales, pasando por muebles y hasta elementos naturales, hay un sinfín de posibilidades de entre las que te recomendamos:
Cojines étnicos
Los textiles juegan un papel clave en la decoración de estilo étnico. Teniendo en cuenta que son salones y dormitorios las habitaciones que, habitualmente, sucumben a este tipo de diseños, los cojines no pueden faltar. Con fundas de lana, piel, flecos… Los materiales te ayudarán a conferirles ese aspecto étnico que buscas, pero sin duda, serán los estampados los que terminen de armonizar la decoración.
Tapices y telas
Tan importante como los cojines resultan el resto de textiles propios de cada habitación. Al margen de alfombras, plaids o colchas inspiradas en otras culturas, uno de los elementos más característicos de la decoración étnica son los tapices. Fijados a la pared tienen multitud de aplicaciones, ya sea detrás del sofá del salón o a modo de cabecero en el dormitorio desplegado desde una barra superior o colgado directamente en la pared.
Elementos naturales
La conexión con la tierra es una de las señas de identidad de este estilo y, en consecuencia, las plantas también hacen su particular aportación a este tipo de escenarios. Sin embargo, no todo vale. Al contrario que en otros estilos, en la decoración étnica los protagonistas de este capítulo son los troncos (que pueden dar vida a todo tipo de objetos: desde mesas, hasta encimeras, pasando por esculturas u otros accesorios) y los cactus.
Esculturas, platos, máscaras…
El capítulo de los accesorios decorativos propios del estilo étnico es extraordinariamente rico y es que, todo aquello que esté ligado a la producción artesanal y la cultura de los pueblos es susceptible de convertirse en el complemento perfecto. Si hablamos de decoración de paredes, por ejemplo, los platos pintados, las máscaras o los llamados sombreros africanos (juju hat) son todo un clásico.
Lo mismo sucede con las esculturas locales fabricadas principalmente en madera o cerámica; así como con los elementos de mimbre y cestería, también muy apreciados en la decoración étnica.