Decorar con papel pintado es una alternativa ideal para quienes buscan dar un nuevo aire a alguna habitación de la casa, aportar vida y color a algún espacio, ponerle un toque de originalidad a determinado rincón o simplemente están aburridos de las paredes lisas y monótonas.
Es una forma de decoración que cada vez se usa en más estancias del hogar por su facilidad de colocación, su versatilidad, resistencia y personalidad.
Por supuesto, los hay de todo tipo de estampados, texturas, combinaciones y colores -flores, figuras geométricas, naturales, imitación ladrillo o madera, etc.-. Aunque no todos encajan en cualquier ambiente. La elección tendrá que depender del tamaño, de la luz y del resto de los elementos de decoración del cuarto.
Eso sí, el papel pintado ha salido de los dormitorios y ha ido conquistando poco a poco el resto de paredes de la casa, ya se trate del salón, del comedor, de la cocina y hasta del baño. Y es que las ventajas de decorar con este material son innumerables.
Ventajas de decorar con papel pintado
El principal atractivo de decorar con papel pintado es que se trata de una técnica que no requiere obras ni reformas, con todo el agobio y el estrés que eso significa para el funcionamiento de una casa. Tampoco hay que ser un gran manitas, ya que es fácil de poner y de quitar, apto para no expertos. Solo hay que tener cuidado de que no queden bolsas de aire por debajo.
Al haber tanta variedad de papeles pintados, con diferentes motivos y diseños, es un material muy versátil que se puede adaptar a diferentes gustos y necesidades. Incluso nos vale para personalizar con fotografías propias algún rincón, ya que su calidad de impresión es enorme con las nuevas tecnologías.
Otra de sus cualidades es la resistencia. De ahí que cada vez se lleve más decorar con papel pintado en espacios pequeños y sometidos a la acción del vapor y la humedad, por ejemplo, como el baño. El hecho de que sea tan fácil de limpiar, con esponja húmeda y jabón, le otorga otro punto a su favor para colocarlo en paredes con mucho roce.
La motivación inicial puede ser por el simple hecho de decorar, pero el papel pintado también es muy útil para tapar o disimular desperfectos en las paredes o para restaurar muebles antiguos. El resultado es excelente, dando elegancia, originalidad y mucha personalidad a cualquier estancia.
Papel pintado en espacios pequeños: tendencia
Existe la falsa creencia de que el papel pintado en espacios pequeños queda mal porque llena demasiado, oscurece y empequeñece aún más ese tipo de estancias. Sin embargo, bien elegido y utilizado puede resultar todo lo contrario.
Los dibujos de franjas verticales o con forma de espiga apuntando hacia el techo, por ejemplo, dan la sensación de extender las paredes, sobre todo hacia arriba, ideal para buhardillas. Los papeles pintados con formas geométricas, en general, nos ayudan a convertir las estancias en más altas, profundas o anchas.
Si colocamos papel pintado en espacios pequeños en los que necesitamos distinguir diferentes zonas, el efecto no puede ser más exitoso. Pero lo mismo vale para lo contrario, cuando lo que hace falta es unificar o dar continuidad. Si el problema es la escasez de luz, entonces conviene decantarse por papeles de tonos claros y suaves, aunque lleven estampados. En habitaciones pequeñas, nos puede incluso servir para ahorrar espacio, haciendo la función de cabecero de la cama.
Papel pintado en el baño ¿es recomendable?
Lo decíamos al inicio. El papel pintado conquista cada vez más habitaciones de la casa. Y sí, es recomendable también para el baño. Solo hay que elegir el de calidad adecuada. ¿Cuál? Hay que mirar que tenga propiedades impermeables, como el papel vinílico de alto gramaje, por ejemplo, resistente al agua, la humedad, la abrasión y la condensación.
Aunque la calidad de los papeles pintados ha aumentado en general y nos pueden servir también de otro tipo, dándole una capa de barniz mate por encima. En todo caso, siempre es recomendable atender a las características señaladas en la etiqueta para escoger el más adecuado para estancias húmedas y con poca ventilación como el baño.
Para colocarlo encima de azulejos y que la cola con que se pega en el baño agarre correctamente, hay que dar primero un tratamiento -empaste más imprimación universal- que ayude a tapar la porosidad y las juntas, hasta conseguir que la superficie quede totalmente lisa. Y para dar la puntada final a un excelente acabado del papel pintado en el baño, lo ideal es reforzar los bordes con silicona especial.